China es uno de los países con mayor riqueza histórica del mundo y ello es justificado por la cantidad de construcciones, edificaciones de impresionante valor arquitectónico y por sus piezas únicas de ingeniería.
Es un país de gran extensión territorial, lleno de valiosos lugares históricos y de gran riqueza cultural.
Por su gran tamaño China cuenta con todos los paisajes que se pueden imaginar y además ofrece todo tipo de actividades para sus visitantes. A pesar de la multiplicación de los intercambios artísticos y culturales entre Oriente y Occidente el viaje a China permanece asociado a la idea del misterio, el exotismo y la sorpresa.
A los fragmentos de una cultura milenaria materializada en sus grandes construcciones del pasado y al exotismo de esos nuevos paraísos cuya noticia se destila lentamente en los medios de comunicación: Shangrilá, Lijiang, o Lhasa.
Pero hoy nos enfocaremos en contarles sobre su capital y una de sus principales ciudades: Beijing (Pekín).
Como la capital del país durante más de 800 años, es hogar de algunos de los mejores restos del pasado imperial de China. Beijing brilla por su pasado glorioso, pero de ninguna manera se queda en el pasado. Detrás de su fondo histórico, rico y complejo, se pueden encontrar diferentes cosas sorprendentes en la vida cotidiana.
Beijing tiene muchos lugares magníficos que establecieron récords nacionales o incluso mundiales, incluyendo: Plaza de Tian'anmen, la más grande plaza de ciudad en el mundo; la Ciudad Prohibida, el más grande y mejor conservado complejo arquitectónico antiguo en el mundo;y la Gran Muralla, la más larga estructura hecha por el hombre en el mundo.
Una visita a esta ciudad no puede excluir las visitas a los siguientes atractivos:
Plaza de Tiananmen: es la plaza más importante de toda China, además de la más grande que existe en el mundo. Construida en 1949 tras la proclamación de la República Popular de China, la plaza cuenta con unas dimensiones colosales de 880 por 500 metros.A lo largo de los años la plaza ha sido escenario de diferentes acontecimientos históricos entre los que destacan las Protestas de 1989, que terminaron con la muerte de cientos de manifestantes y la declaración de la Ley Marcial en Pekín.
En la actualidad la enorme plaza se encuentra completamente vigilada y sólo es posible acceder hasta ella a través de los controles policiales situados en los extremos.El edificio más importante de la plaza y del que ésta toma su nombre es la Puerta de Tian'anmen, ubicada al norte de la plaza y que da acceso a la Ciudad Prohibida. Desde esta puerta, conocida como La Puerta de la Paz Celestial, Mao Zedong proclamó la fundación de la República Popular de China en 1949 (también aquí está el Museo que lleva su nombre).
En la parte sur de la plaza se encuentra la Torre Qianmen (también llamada Zhengyangmen), que acoge un museo de la historia de Beijing.
En los lados este y oeste la plaza se encuentra flanqueada por dos imponentes edificios: el Museo Nacional de China y el Gran Palacio del Pueblo (sede del Gobierno).
En el centro de la plaza se alza el Monumento a los Héroes del Pueblo, un obelisco de granito de 38 metros de altura que presenta algunas inscripciones de los más destacados líderes comunistas chinos.
La Ciudad Prohibida: es el lugar más importante y visitado de Pekín, especialmente para los ciudadanos chinos, que en la actualidad pueden pasear por el que fue un lugar impenetrable. A pesar de ser una visita imprescindible, hay lugares como el Palacio de Verano donde los edificios son más variados y se pueden ver bonitos jardines.
Es el majestuoso complejo arquitectónico desde el cual gobernaron los 24 emperadores chinos que se sucedieron durante más de 500 años desde principios del siglo XV.El palacio y sus dependencias estuvieron reservados para la corte y sus súbditos desde su construcción en el año 1420, hasta 1949, por lo que se le conoce como La Ciudad Prohibida.
Durante el recorrido por la Ciudad Prohibida se recorren extensos patios que dan paso a numerosos pabellones en los que tenían lugar las ceremonias oficiales del emperador. Entre las numerosas estancias públicas y privadas del emperador se encuentran preciosos jardines y los pequeños pabellones en los que residían las concubinas imperiales.Debido a la gran extensión de la Ciudad Prohibida es necesario reservar varias horas para su visita.
Palacio de Verano: Utilizado como jardín imperial por varias dinastías, el Palacio de Verano se convirtió en un agradable refugio que la dinastía Qing utilizó para escapar de los calurosos veranos de la Ciudad Prohibida.Con una extensión de más de 290 hectáreas, el Palacio de Verano está dominado por el Lago Kunming, que ocupa una tercera parte del terreno. En torno a la calma y la tranquilidad transmitida por el lago se suceden infinidad de templos, palacios y jardines que conforman un completo placer para los sentidos.
Templo del Cielo: El Templo del Cielo, o Tian Tan, es uno de los mayores recintos sagrados de China. Construido durante el reinado de la dinastía Ming, era el lugar en el que el emperador realizaba sacrificios para dar las gracias al Cielo por los frutos obtenidos y rogaba por las futuras cosechas.
El templo se encuentra ubicado en un parque muy agradable que muchos ciudadanos chinos utilizan para practicar taichi, jugar a las cartas, volar cometas o participar en concurridas clases de baile.
Hutongs de Pekín: Se conoce como hutong a los callejones que componen el casco antiguo de las ciudades chinas. Construidos durante las dinastías Yuan, Ming y Qing, los hutongs de Pekín están repletos de viviendas ubicadas en torno a un patio cuadrado en las que los habitantes llevan una vida tradicional anclada en el pasado.
La mayoría de las viviendas no disponen de cuarto de baño, por lo que es muy común encontrar a sus habitantes dirigiéndose a los baños comunitarios o bien lavando la ropa en las zonas comunes del barrio.Desgraciadamente, con el paso de los años gran parte de los hutongs han sido demolidos para dejar paso a nuevas zonas residenciales y comerciales.
La Gran Muralla: es una de las Siete Maravillas del Mundo y el símbolo más representativo de China. Con una longitud de 8.852 kilómetros, la muralla realiza una sinuosa travesía a través de montañas, desiertos y llanuras de la geografía china.A pesar de la imponente construcción y de los intentos de los soldados de repeler los ataques, la muralla fue atravesada por los mongoles en el siglo XIII y posteriormente por los manchúes, en el siglo XVII.
En la actualidad la mayor parte de la muralla se encuentra en ruinas, algo que hace difícil que se pueda transitar por ella. Afortunadamente, algunos tramos se han restaurado por completo para mostrar su aspecto original.La muralla recorre montañas y otros accidentes geográficos, por lo que incluso los tramos más sencillos pueden resultar complicados de recorrer. Las empinadas escaleras hacen que sea imprescindible llevar calzado y ropa cómoda.