El Día de la Tierra de 1970 logró una coincidencia política que parecía imposible. Ese día condujo a la creación de la Agencia de Protección al Medio Ambiente de Estados Unidos y a la aprobación de leyes relacionadas con el aire limpio, el agua limpia y la conservación de especies en peligro de extinción. A partir de entonces, cada año en esta fecha, el mundo entero reflexiona y se moviliza por una Tierra mejor.
Hasta este siglo pocos pensaron que los seres humanos, viviendo en una extensión de tierra aparentemente sin límites y con agua abundante, podrían causar daños irreparables al medio ambiente. Sin embargo hoy los gobiernos y la gente en general en todo el mundo luchan con la erosión costera, los derrames de petróleo y la contaminación del agua potable, en tanto que cuestiones como el crecimiento de la población, la deforestación, la lluvia ácida y la posibilidad de rápidos cambios climáticos significan decisiones difíciles para el futuro.
En 1975 un grupo internacional de estudio reunido en Belgrado, Yugoslavia, propuso un marco de referencia mundial para la educación ambiental, el cual se llamó la "Carta de Belgrado". Esta Carta afirma que la meta de la educación ambiental es hacer que la población mundial se preocupe por el medio ambiente y tenga el conocimiento y la dedicación que la capacite para buscar soluciones a los problemas actuales y prevenir problemas nuevos.
Para rendir tributo a nuestra madre tierra cada habitante debe asumir la responsabilidad de nuestro planeta y “pensar globalmente actuando localmente”; alguna de las actividades que puede desarrollar durante este y los días siguientes del año son:
- Contacte a los organismos ambientales locales y ofrezca su tiempo y esfuerzo para propagar educación ambiental, y organizar los diferentes eventos planeados en su área en el Día de la Tierra.
- Organice una “fiesta verde” en la que toda comida y bebida sea local y orgánica, se utilicen materiales reciclables y reciclados para la decoración y mesa, y se reparta información sobre qué puede hacer cada persona para ayudar a preservar el planeta.
- Compre comida local y Crezca su propia comida.
- Siembre un árbol o más. Ayude a restaurar y limpiar los parques de su vecindario.
- Diga “no” a recibos y cuentas de papel. Suscríbase a la opción digital y no ayude a el desperdicio de papel.
Alfabetización medioambiental y climática
La Asamblea General de la ONU, elige un tema para reflexionar el 22 de abril para este 2017, la campaña se denomina: “Alfabetización medioambiental y climática”; un gran desafío para los gobiernos y la sociedad civil.
La educación es indudablemente uno de los principales basamentos, donde una sociedad cimienta su progreso y bienestar y es, a través de ello, que se pueden generar los cambios actitudinales y las transformaciones socioculturales necesarias para revertir nuestro accionar hacia nuestro ecosistema planetario.
Hoy más que nunca se necesita el involucramiento de toda la Ciudadanía Mundial, y en particular de la nuestra. El cambio climático ha venido para quedarse, es necesario conocer lo que ello significa para ser consciente y dimensionar la amenaza que el mismo significa para sostenibilidad planetaria a nivel social, económico y ecoterritorial; de la cual nuestra región no escapa a ello.
El desafío es lograr el empoderamiento necesario, como sociedad, que produzca los cambios en favor de un ambiente más saludable y sostenible; estratégico para consolidar un Desarrollo Sostenible Nacional sustentado en el desarrollo de tecnologías y empleos respetuosos con el medio ambiente.
La alfabetización medioambiental y climática es el gran desafío de estos tiempos, este 22 de abril la oportunidad de dar el punta pie inicial.
El 22 de abril de cada año se celebra el nacimiento del movimiento ambientalista moderno, el cual se inició en 1970 cuando 20 millones de norteamericanos tomaron las calles, los parques y los auditorios para manifestarse por un ambiente saludable y sustentable.