La algarroba es el fruto del árbol del algarrobo, Ceratonia Siliqua L., originario de Asia sud occidental, desde donde se ha extendido por todo el Mediterráneo Oriental.
Esta es una vaina de color castaño que puede llegar a medir hasta treinta centímetros, contiene una pulpa de consistencia gomosa, sabor dulce y agradable, que rodea a unas pequeñas semillas. Tiene un gran valor nutritivo que desde la antigüedad se emplea como alimento en polvo (harina, miel, algarrobina) y tostado (café), entre otros.
Hay dos tipos de algarroba: la de vainas negras y la de vainas blancas. A la blanca se le da un uso culinario, mientras que la negra se usa como alternativa para sustituir el chocolate, el cual resulta ser un alimento muy nutritivo y mucho más bajo en grasas que el chocolate común, tiene tan sólo un 3% de grasa frente a un 40% que contiene el cacao.
Es rica en vitamina D y vitaminas B1, B2, la B3 y pro-vitamina A o beta-caroteno. Contiene minerales como fósforo, potasio, calcio, hierro, pectina, lignina, magnesio y silicio, es fuente de fibras solubles y no posee gluten. Es un alimento energético, debido a que contiene 50% de azúcar natural y 10% de proteínas. Además, las semillas de algarroba son muy ricas en mucílagos y tienen la facultad de ejercer una acción favorable contra las inflamaciones de las mucosas, reduciendo la irritación, tanto en vías respiratorias como digestivas, actuando adecuadamente contra las diarreas.
La algarroba combate la acción de los radicales libres, reduce los niveles de glucosa en sangre, ayuda a regular el tránsito intestinal combatiendo el estreñimiento, equilibra el pH de la sangre, beneficia el sistema cardiovascular y gracias a su contenido en calcio tiene la capacidad de fortalecer los huesos y dientes.
También evita la formación de coágulos sanguíneos, favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico, previene la formación de cálculos en los riñones y retrasa el envejecimiento.
Fuentes:
http://adf.ly/1g8kTu http://adf.ly/1g8kiO http://adf.ly/1g8kkX http://adf.ly/1g8kcU
Tiene un gran valor nutritivo que desde la antigüedad se emplea como alimento en polvo (harina, miel, algarrobina) y tostado (café), entre otros.