En Argentina el Cáncer de Colon o Colorrectal es el tercer cáncer en incidencia (luego del de mama y el de próstata) y el segundo de mayor mortalidad (luego del cáncer de pulmón).
¿Qué es el Cáncer de Colon? Es un tumor maligno que se desarrolla en el intestino grueso, que está compuesto por el colon y el recto; por ello también se lo conoce como “colorrectal”. Es prevenible y curable ya que en sus fases tempranas se presenta como una lesión en la superficie de la mucosa del colon. Es de lento crecimiento y detectado a tiempo puede extirparse y curarse en más de un 90% de los casos. Sin embargo, diagnosticado en etapas avanzadas las probabilidades de recuperarse descienden a un 50 o 60%. En esta última etapa, ya avanzada, los signos y síntomas son los cambios en la manera de evacuar el intestino, sangrado en la defecación, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia y pérdida de peso sin motivo aparente. Por tratarse de un tipo de cáncer totalmente asintomático hasta la etapa avanzada, es primordial la importancia del control médico y de los estudios de prevención.
¿A quiénes afecta? El Cáncer de Colon afecta principalmente a hombres y mujeres mayores de 50 años con un pico de incidencia entre 65 y 75 años, aunque en el caso de antecedentes familiares puede afectar a personas de menor edad. Su incidencia es levemente mayor en hombres que en mujeres. En la mayoría de los casos se desarrolla en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares de cáncer. Por lo tanto, la dieta y el estilo de vida han sido implicados en su origen.
¿Cómo se detecta?
Los procedimientos para diagnosticar el Cáncer de Colon son variados, por lo tanto, la elección de cuál es el óptimo test a utilizar debe ser discutida entre el médico y el paciente. Entre ellos se encuentran las pruebas de sangre oculta en heces, la colonoscopia tradicional o la colografía por tomografía computarizada (también conocida como “colonoscopía virtual”) y la cápsula endoscópica.
Conductas preventivas
Si bien el 25% de los casos se producen en personas con riesgo adicional por antecedentes, tanto ellos como el resto de la población puede tomar ciertos hábitos que ayudan a prevenir la aparición de pólipos en el intestino grueso y a reducir el riesgo de tener esta enfermedad:
- Alimentación: El consumo de carnes rojas, carne procesada y carne muy cocinada o en contacto directo con el fuego se ha asociado a un mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal. Por otro lado, una dieta rica en fibra, vegetales, fruta y leche u otros productos lácteos parece ejercer un efecto protector. Sin embargo, a pesar de estas asociaciones, todavía no ha sido posible determinar de manera precisa qué alimentos o nutrientes son los principales responsables.
- Estilos de Vida: El consumo de alcohol y de tabaco favorecen la aparición del cáncer colorrectal. Evitarlos es una clave en su prevención.
- Actividad Física: La falta de ejercicio físico, el sobrepeso y la obesidad también favorecen su aparición. Realizar alguna actividad física, evitar el sedentarismo y mantener un peso saludable son claves para evitar el desarrollo de este tipo de cáncer.
- Controles Médicos: La consulta médica al profesional es la principal herramienta de prevención. Se recomienda visitar al gastroenterólogo una vez cada 5 años a partir de los 50 años. Y en el caso de notar cualquier síntoma, malestar o anomalía en la materia fecal y o si se tienen antecedentes familiares es importante hacer una consulta inmediata con el médico.