El 24 de Junio de 1821 nació Guillermo Rawson en San Juan. Médico y político argentino, hijo del distinguido médico norteamericano Dr. Amán Rawson y de Doña María Jacinta Rojo. Realizó sus primeros estudios en San Juan y a la edad de dieciocho años se trasladó a la Capital Federal, donde en colegios jesuitas se distinguió en las áreas científicas.
Estudió luego en la facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, egresando en 1844 con el título en Medicina. A su regreso a la provincia de San Juan con 23 años y con el prestigio de sus éxitos universitarios cosechados, se le designó para ocupar una banca en la legislatura.
Ferviente defensor de la libertad y la justicia, el novel político se opuso con vehemencia al gobernador, el caudillo Nazario Benavídez, quien lo envía a la prisión en 1853 donde fue engrillado y torturado. Un año más tarde, en 1854 fue elegido diputado a la Confederación, pasa luego a Buenos Aires donde es senador en la legislatura hasta que en 1862 es nombrado senador nacional por San Juan. Tomó parte activa en los debates sobre la federación de Buenos Aires. Durante el gobierno de Bartolomé Mitre fue ministro del Interior y formó parte de la Convención Constituyente de 1870. En todo cargo que ocupó dejo su huella de impronta y vocación de servicio. En 1880 dejó la política.
En 1873 inaugura la cámara de la Higiene Pública y se convierte en su primer catedrático. Es autor de "Estadística vital de Buenos Aires" y "Observaciones sobre higiene internacional". Posteriormente fue nombrado Académico de Honor de la Facultad de Medicina.
El 10 de junio de 1880 fundó la Cruz Roja Argentina junto a Toribio Ayerza y trabajó para el asentamiento de inmigrantes en la Patagonia. En 1881, viajó a París, donde se radica durante un año, para tratarse una insidiosa afección oftalmológica. No por eso dejó pasar la oportunidad de seguir estudiando los incesantes adelantos médicos. Vuelve al país, dedicándose esta vez por entero a su profesión de médico y a la cátedra de Higiene.
Rawson vive sus últimos años sumido en una gran pobreza que es solventada, en cierto modo, por un grupo de amigos que logran que en 1883 el Congreso Nacional le otorgue una pensión honorífica "en mérito a los servicios prestados a la Patria". En 1885 su salud lo lleva a retirarse y regresa a París (Francia), donde muere el 2 de febrero de 1890, a los 69 años. Sus restos fueron repatriados y hoy dos monumentos recuerdan en la Capital sus grandes talentos y relevantes virtudes.