Lamentablemente, el noroeste argentino no es tan frecuentado como otros destinos de Argentina. El viajero suele incluir en su recorrido por el país Patagonia, Iguazú y Buenos Aires antes que el norte: lo imprescindible. Sea por falta de información o a causa del tiempo del que uno dispone para explorar este enorme país, uno tiende subestimar estas dos provincias. Pero Salta y Jujuy tienen mucho que ofrecer al viajero intrépido.
Ambas provincias se encuentran a los pies de la cordillera de los Andes, en los dominios de la Puna, ese altiplano de belleza desolada y árida que se eleva entre los 3000 y 4000 metros de altura. Una geografía humana en cuyas ciudades y aldeas pintorescas se advierten tanto el latido indígena como la huella de la civilización inca; donde se conserva a veces casi intacto el legado colonial español. Un paisaje tan sorprendente como variado: cumbres, valles fértiles, cañones y quebradas; salinas y áreas de selva subtropical.
El Norte Argentino es el destino predilecto de muchos por sus paisajes intensos, desde los colores impactantes de La Quiaca a infinitos blancos de las Salinas Grandes. Estas postales nos esperan durante todo el año en el norte, pero algunas épocas son más propicias que otras según el tipo de viaje que estés planificando.
Las temperaturas y la época de lluvias son dos importantes factores a considerar. Debido a la altura, la amplitud térmica en el Norte es notable y los días pueden ser calurosos con noches muy frías. Los viajes en familia, con niños y personas mayores, serán más agradables en los meses de septiembre y octubre (la primavera en Argentina), cuando el calor y el frío no son tan extremos y se puede disfrutar del sol radiante durante el día. Esta época también es buena para evitar las largas filas y las multitudes de turistas que llegarán recién desde diciembre.
La temporada alta se desarrolla desde diciembre hasta la Semana Santa. La ventaja de viajar en esta época es la gran oferta de eventos y espectáculos, perfectos para disfrutar en pareja o con amigos. Los precios son más altos y las precipitaciones, más abundantes, pero te recomendamos estas fechas si te interesa presenciar el carnaval tradicional de febrero en toda la región; los Corsos Capitalinos de marzo, en Jujuy; el Abril Cultural Salteño o la famosa Semana Santa en Tucumán, con su gran representación del Via Crucis.
Atractivos imperdibles
Salta: Fundada en el siglo XVI por los españoles, mantiene intacto el trazado urbano original de su casco histórico y acoge valiosos ejemplos de arquitectura colonial, un bien escaso en Argentina. El Museo Antropológico de Salta alberga una curiosa sección dedicada al chamanismo. Y el Museo de Arqueología de Alta Montaña de Salta, consagrado a la cultura inca, exhibe las momias y ajuares de los "Niños del Llullaillaco".Además, es una de las ciudades más agradables del país y con muy buen ambiente nocturno: las numerosas "peñas" permiten disfrutar del folklore regional y de las virtudes de la gastronomía local. No pueden dejar de visitarse su Catedral y la Iglesia de San Francisco, 2 bellezas arquitectónicas en perfecto estado de preservación.
Valles Calchaquíes: Se ubican en Salta, Tucumán y Catamarca. El paisaje es árido y pedregoso, interrumpido cada tanto por islotes verdes y pueblos blancos. El paisaje invita a practicar montañismo, mountainbike, visitar viñedos, realizar safaris fotográficos y avistajes de fauna y flora autóctona.Destacan una serie de pueblos:
Cafayate es el corazón de los Valles Calchaquíes. Flanqueado por ríos y con cantidad de viñedos y bodegas de calidad. Su especialidad es el Torrontés Blanco. Varias bodegas abren sus puertas al público en el pueblo o en sus alrededores.
En Molinos se encuentran algunos de los mejores artesanos de telar, que venden sus ponchos y el famoso tejido de barracán. A ocho km del casco histórico, se hallan las ruinas indígenas de Churcal, pertenecientes a la tribu de los chicoanas, y la Finca Colomé, donde se encuentran la bodega y los viñedos más altos del mundo.
Cachi con un paisaje de coloridos cerros y salpicado por el río Calchaquí está rodeado de más de cien sitios arqueológicos y vigilado por el nevado de 6400 metros de altura que lleva su nombre. Cachi amerita una estada pausada para disfrutar su mercado artesanal y caminar por sus calles de piedra bola, de trazados irregulares y cortadas en ángulo recto. Desde aquí se pueden realizar excursiones hacia el sitio conocido como Cachi Adentro, para ver ruinas indígenas precolombinas muy importantes como las de La Paya y Las Pailas.
La vertiginosa cuesta del Obispo es un camino ancho, pero de cornisa: de un lado el muro de la montaña y del otro, el precipicio. Observarás volar a baja altura a los cóndores, y los verás abrevar en los piletones de piedra donde se acumula el agua. Si las nubes están bajas, tendrás desde lo alto el mismo espectáculo que si viajaras en avión: la vista de las cumbres que emergen del fondo de ese mar blanco y el valle Encantado, de formas y colores de extraordinaria belleza.
Salinas Grandes: No hay que llegar hasta Chile para admirar grandes salares. En la frontera entre las provincias de Salta y Jujuy se extiende un espectacular desierto de sal de atmósfera onírica a 3400 metros de altitud.
Quebrada de Humahuaca: Al norte de Jujuy, presenta un impresionante paisaje multicolor formado por un cañón seco de laderas erosionadas. Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad. Hay quien dice que Humahuaca es la capital espiritual del norte argentino. Sin duda, es el sueño de cualquier amante de la fotografía de espacios naturales.
Purmamarca y el Cerro de los Siete Colores: Purmamarca es un pueblo de postal con casas de adobe a los pies del Cerro de los Siete Colores, espectacular formación geológica de insólita gama cromática y una de las imágenes más difundidas de Argentina. Muy próxima a Purmamarca y en dirección norte se encuentra Tilcara y su pucará, una fortaleza precolombina.