El frío invernal suele ser una de las excusas más repetidas a la hora de abandonar una rutina fit y la razón perfecta para elegir quedarse en casa. Pese a que no representan un impedimento para el running, hay algunas recomendaciones que es aconsejable seguir.
Hay que tener una serie de precauciones que se deben considerar para que el ejercicio al aire libre, con temperaturas bajas, no repercuta en problemas de salud.
Entrada en calor
Sobre el calentamiento físico. La entrada en calor debe tratarse de elongación activa y nunca pasiva.
No abrigarse demasiado
Cuando se presenta la oportunidad de salir a correr en invierno, la primera duda que surge es acerca de la vestimenta. ¿Mucha ropa para no sufrir el frío al comienzo o poca para no sentir el calor después?
De ese modo, se evita la molestia de tener que atarse ropa a la cintura.
Cuidado al terreno
Es importante mantener los pies secos, impedir que el agua ingrese al calzado en los días de lluvia, pero lo principal es prestar atención al suelo por donde se corre y evitar caídas.
Siempre estar hidratado
Pese a las bajas temperaturas invernales, la hidratación es la misma que en días más templados. De acuerdo al gasto energético que demande la rutina, se recomienda tomar pequeñas cantidades de bebida energética durante y después del running.
El agua no puede faltar bajo ninguna circunstancia porque oxigena el organismo.
Tener en cuenta el viento
En días ventosos, es preferible correr con el viento en contra al comienzo de la rutina ya que se cuenta con más energía y, a la vuelta, regresar en la dirección del viento porque se empieza a sentir el cansancio.
Encontrar la mejor forma de respirar
Pese a que es común leer el consejo de inspirar por la nariz y exhalar por la boca.
Liberación miofascial después de correr
Una vez terminada la carrera, se aconsejó la liberación miofascial en lugar del estiramiento habitual. ¿De qué se trata? Ejecutar varios movimientos sobre un rodillo de goma espuma para relajar la fascia muscular en las zonas que después pueden doler.
Las bajas temperaturas no son un impedimento para realizar ejercicio.