La sonrisa es una de las características distintivas de los seres humanos. Es un rasgo de buena salud que, según los expertos, hay que practicar y fomentar. La risa juega un papel fundamental en el desarrollo de los niños porque, al igual que el juego, desencadenan una serie de reacciones fisiológicas, cognitivas y emocionales que facilitan el aprendizaje, la sociabilidad, la liberación del estrés acumulado y permiten que los niños sean más abiertos y espontáneos.
El médico José Pellucchi, especialista en Psiquiatría y Fundador de la ONG Payamédicos señaló al respecto que “la activación de las regiones temporobasales bilaterales del sistema límbico y otras áreas de la corteza cerebral que están relacionadas con las emociones, el estado de ánimo y los fenómenos de empatía, no solo fortalecen al sistema inmune sino que colaboran con la socialización.
Además, desde el aspecto neurobiológico ayudan al aumento de la plasticidad neuronal, facilitando así el desarrollo cognitivo a cualquier edad”.
Expertos de la Universidad de Harvard, tras realizar estudios neurológicos sobre el impacto del humor en el cerebro infantil, detectaron los efectos psicológicos positivos que la risa tiene en los niños, ya que al cultivar el sentido del humor se desarrollan herramientas que colaboran con el manejo positivo de las emociones, fortalecen la salud mental y los hace competentes socialmente.
A nivel fisiológico, el reír ayuda a ejercitar una multitud de músculos de la cara y del abdomen por lo que es un excelente relajante muscular y liberador de tensiones. La risa fortalece el corazón y el sistema inmunológico, mientras que se generan endorfinas, una sustancia química cerebral que actúa como un analgésico natural, provocando sensaciones de placer y bienestar.
Los beneficios emocionales y sociales de la risa en los niños son más evidentes, ya que les permite expresar sus emociones, libera tensiones y refuerza el autoestima. La risa además es una excelente terapia antiestrés, facilita la comunicación entre las personas y permite estrechar relaciones, aumentar la confianza y reforzar los sentimientos de pertenencia, proximidad, amistad y amor.
Por Leonardo Coscia