Considerado la cuna de las civilizaciones, Egipto es un país único, un destino sorprendente y cargado de magia e historia que invita a sus visitantes a disfrutar de una experiencia inolvidable.
Egipto ofrece una apasionante mezcla entre aventura, cultura y misterio que invita a todo aquel que lo visita a perderse en sus colosales templos y verse envuelto entre el bullicio de El Cairo. Disfrutar de la tranquilidad de un crucero por el Nilo y contemplar las majestuosas Pirámides antes de degustar las excelentes especialidades culinarias egipcias, o bucear en la inmensidad del Mar Rojo son solo algunas de las increíbles actividades que este país nos invita a realizar.
Actualmente, a pesar de los conflictos políticos, Egipto es un país seguro y creemos que todo el mundo debería viajar allí al menos una vez en su vida, por lo que recomendamos aprovechar el momento. Como hace más de dos mil años dijo el historiador griego Heródoto "quien no ha visto Egipto no ha visto el mundo".
Con más de cinco mil años, la historia de Egipto es la más larga y documentada del mundo.Los primeros habitantes de Egipto se establecieron en las riberas del Nilo huyendo del desierto. Estos primeros indígenas, aislados y sin enemigos cercanos, eran gobernados por seres "divinos" a los que siguieron dinastías semi heroicas: "los descendientes de Horus".Estos habitantes se fueron organizando en provincias (llamadas Nomos) y con su unificación surgieron dos reinos: el Alto y el Bajo Egipto.
El Bajo Egipto (al norte) estaba formado por 20 provincias y sus ciudades más importantes eran Buto y Sais. Tenía un faraón propio, sus reyes llevaban una corona roja y alargada y su divinidad era la cobra.El Alto Egipto, con 22 provincias, tenía como ciudades principales Hieracómpolis y Nejeb. También con un faraón propio, la corona de sus reyes era blanca y su diosa era un buitre.
Hacia el 3100 a. C. el rey Menes del Alto Egipto invadió el Bajo Egipto unificando ambos reinos. Menes se convirtió en el primer soberano de la I dinastía y fue calificado como el "unificador de ambos países". Con él se inicia el periodo histórico y la primera de las treinta dinastías que gobernarían Egipto hasta su conquista por el rey persa Artajerjes.
Entre las razones más importantes para sugerir una visita a Egipto encontramos las siguientes:
Los monumentos de Giza: La única de las siete maravillas de la antigüedad que permanece en pie, inmutable al paso de los siglos. Si sólo se puede estar un día en Egipto, éste es sin lugar a dudas el lugar que hay que visitar. Enfrentarse a la Esfinge es la experiencia más sobrecogedora que puede experimentar un viajero.
El Cairo: El jardín del mundo, es una ciudad exótica y sorprendente que merece un capítulo en sí misma. No deje de visitar el Museo de Arte Egipcio, ni de pasear por el bazar deKhan el-Khalili, entre olvidados monumentos medievales que la UNESCO se proponesalvar a toda costa, junto a sus mezquitas y las iglesias y sinagogas de su barrio copto.
De Menfis al Fayum: De la antigua capital del Imperio Antiguo apenas queda nada, pero la visita al coloso de Ramsés II es obligada. Mucho más interesante es recorrer Sakkara, la inmensa necrópolis que rodea la pirámide escalonada de Zoser. Si quiere una pequeña aventura, no deje de visitar las pirámides del desierto, no se arrepentirá de la experiencia.
El Nilo: Es el alma de este país, que sólo existe por y para el Nilo. Navegar por él transporta en el tiempo hasta la época de los faraones. Encajonado entre dos desiertos, el Nilo alimenta la margen fértil en la que se desarrolla la vida desde hace milenios. Un crucero es una opción ideal, pero no olvide dejarse arrastrar por el viento en una faluca.
El Egipto Medio: Casi desconocido para el turista convencional, debido a los ataques del integrismo islámico en esta zona, el Egipto Medio esconde muchas sorpresas al viajero más aventurado. Las tumbas de Beni Hassan, de la XII Dinastía, la necrópolis de Tuna el-Gebelcon sus catacumbas para los ibis sagrados, o la ciudad pérdida de Akhenaton.
Abydos y Dendera: Una excursión desde Luxor puede acercarnos, en un solo día, a estas dos maravillas del arte antiguo. Construido por Seti I y Ramsés II, el Templo de Abydos encierra algunos de los relieves más bellos que existen. De época ptolemaica y dedicado a la diosa Hathor, Dendera es uno de los templos mejor conservados.
Luxor: Dividida en dos por el Nilo, la antigua Tebas conserva más monumentos que todo elresto de Egipto. En la orilla oriental destaca el Templo de Karnak, una verdadera ciudad sagrada, y el templo de Luxor. La orilla occidental, dedicada al más allá, encierra los templos funerarios de los faraones del Imperio Nuevo.
De Luxor a Aswan: Recorrido tradicional de los cruceros de lujo, el trayecto entre Luxor y Aswan permite visitar con relativa comodidad el pequeño templo de Esna, junto a la insufrible esclusa, el Templo de Horus en Edfú, gemelo del de Dendera y el mejor conservado de Egipto, y el Templo doble de KomOmbo, una delicia al atardecer.
Aswan: Una de las ciudades más agradables de Egipto, Aswan es la frontera de la región nubia, desaparecida tras la construcción de la nueva presa. Aquí podemos visitar la isla Elefantina, el Jardín Botánico, las Tumbas de los Príncipes Nubios y el moderno Museo de la Nubia. Imprescindible es la visita al inolvidable Templo de Filae.
El lago Nasser y AbúSimbel: Creado artificialmente tras la construcción de la alta presa de Aswan, en el LagoNasser se conservan muchos de los monumentos que fueron trasladados piedra a piedrapara ser salvados de las aguas. El más destacado es AbúSimbel, un templo dobleexcavado en la roca y dedicado a la memoria de Ramsés II y de su esposa Nefertari
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Egipto es un país único, un destino sorprendente y cargado de magia e historia