Reciclar cera o crayones nunca más a la basura
Nos hemos acostumbrado a que cuando algo se rompe o ya no lo utilizamos, en vez de arreglarlo o buscarle una segunda vida útil, lo tiramos a la basura.
Bryan Ware, es una excepción, es sólo un padre de dos hijos con un poco más de imaginación que le cambió la vida a aquellos niños enfermos que pasan sus días en los hospitales.
Este hombre, oriundo de San Francisco, estaba festejando su cumpleaños en un restaurant cuando un mozo le trajo a dos de sus hijos algunos crayones para colorear. En ese momento se preguntó qué ocurría con esas piezas de cera luego de ser usadas y descubrió que cada año 40 toneladas de crayones de cera son tiradas a la basura. Por eso pensó que sería una buena idea fundirlos y luego vertir la cera resultante en moldes especiales, que son un poco más gruesos que los originales, para que los niños con dificultades motrices pueden agarrarlos con mayor facilidad.
Hasta el momento, Bryan ya repartió más de dos mil cajas en todos los hospitales de California y demostró que no hacen falta muchos recursos para hacer una gran acción solidaria.
El reciclaje es una actividad enriquecedora para todos: nos ayuda a ahorrar dinero (algo que se ha convertido en indispensable), podemos obtener un nuevo producto y nos da conciencia sobre los recursos, así que, ¿por qué no practicarlo?