La pequeña Croacia es un país con una amplia historia que está repleto de rincones maravillosos que hacen que una visita nunca sea aburrida o monótona. Croacia es un placer para todos los sentidos y uno de esos países que les harán sentir como en casa. En poco más de 50.000 km cuadrados el visitante puede encontrar la historia más profunda y antigua totalmente adaptada a la vida moderna.
Durante la última década Croacia ha emergido como uno de los países más interesantes para visitar en Europa. Se ha convertido en uno de los destinos más buscados por los amantes del buen tiempo gracias a las aguas turquesas de las playas de la costa dálmata.
Sin embargo es mucho más que un destino de sol y playa. Los amantes de la historia disfrutarán de un sinfín de monumentos romanos, bizantinos, venecianos y austro-húngaros además de 7 sitios que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. El interior ofrece kilómetros de paisajes inalterados, montañas espectaculares y parques nacionales preciosos, mientras que la capital (Zagreb) todavía no ha sido invadida por el turismo de masas.
La naturaleza es otro de los atractivos fuente del turismo de Croacia. Sus ocho Parques Nacionales y diez Parques Naturales con su variada fauna y flora muestran todo su esplendor, con un litoral, que serpentea desde la Península de Istria hasta el sur de Dalmacia, dejando bellas calas, playas, y acantilados. Las islas, como Hvar o Korcula, en Dalmacia o Rab y Losinj en la bahía de Kvarner, que en ocasiones se agrupan en archipiélagos tan interesantes como los de Brijuni o Kornati, acogen a millones de turistas que buscan la paz en sus aguas cristalinas.
Dubrovnik: aunque no es la capital, es la ciudad turísticamente más importante de Croacia. Llamada la Perla del Adriático, es una de las ciudades de moda en Europa. Es realmente preciosa (Patrimonio de la Humanidad), situada en un enclave único. El casco viejo de Dubrovnik (Stari Grad) está completamente rodeado por unas imponentes murallas del S XIII y conforman una de las imágenes más repetidas y populares de Croacia. Placa (Stradun), es la principal calle de la Stari Grad, que atraviesa el casco viejo desde la famosa Puerta de Pile (donde puede verse la estatua de San Blas, patrón de la ciudad) hasta la Plaza Luza, donde se podemos contemplar la Torre del Reloj y la Columna de Orlando. La mayoría de puntos de interés se concentran en esta calle o en sus inmediaciones. Entre los otros atractivos de Dubrovnik no podemos dejar de mencionar: el Palacio Sponza, la Iglesia de San Blas, los Monasterios Franciscano y Dominico, el Palacio del Rector y la Catedral de la Asunción.
Zagreb: es la capital de Croacia. Situada a las orillas del río Sava, está dividida en dos: Gradec (Ciudad alta) y Kaptol (Ciudad Baja). En la parte Alta encontramos el Parlamento y los principales organismos del estado, la Iglesia de San Marcos, la Puerta de Piedra (única que se conserva de las murallas y que tiene una pequeña capilla dedicada a la Virgen) y la Catedral. En la parte baja, la Plaza del Ban Jelacic con su estatua de Josip Jelacic a caballo y con espada desenfundada, la calle Ilica, el Teatro Nacional Croata y los Museos.
Otro de los lugares mágicos de Croacia son sin duda los Lagos de Plitvice, un paraje único. El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice se encuentra en la región de Lika, en el centro de Croacia y muy cerca de la frontera con el noroeste de Bosnia. Declarado Patrimonio de la UNESCO en 1979, el parque abarca 33.000 hectáreas, de las cuales sólo unas 800 comprenden la zona de lagos donde se concentra el turismo. El agua con sus diferentes colores, la roca caliza, el musgo o las algas son algunos de los protagonistas de este fabuloso paisaje de fantasía conformado por cerca de 20 lagos interconectados, más de 90 cascadas y un denso bosque de hayas.
Split: es la segunda ciudad más poblada de Croacia después de Zagreb y la más importante de Dalmacia. Sin dudas el monumento y atracción más destacada de Split es el Núcleo histórico con el Palacio de Diocleciano, Patrimonio de la Humanidad. El Emperador Diocleciano construyó el Palacio entre los siglos III y IV. Después de su muerte el palacio se fue convirtiendo en una ciudad. El centro histórico ha llegado a nuestros días, después de tantos siglos, como una amalgama de calles medievales, restos romanos y palacios góticos y renacentistas.
Trogir: El diminuto casco antiguo de esta pequeña localidad se encuentra en una isla de apenas 1 km² conectada por dos puentes a tierras continentales en la cara norte y por un puente a la Isla ?iovo, en la cara sur. Por su singular trazado urbano y por la relevancia de algunos de sus edificios barrocos y renacentistas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1997.
Zadar: Precisamente por encontrarse bastante alejada de los principales focos de interés, como Dubrovnik, Split o las islas de Brac y Hvar, en esta pequeña localidad se puede disfrutar de los clásicos atractivos de la Costa Dálmata (mar cristalino, buen clima, comida mediterránea, ciudades de tejados rojos y calles empedradas) sin los agobios de las zonas más turísticas.
Dubrovnik la Perla del Adriático Croacia