"Son re fieles hasta el final. Hay que respetarlos, es para toda la vida" --Norma Ortega
"Está siempre la misma gente, la misma comisión porque no hay recambio. Tenemos un lindo grupo de 15 colaboradoras de A.P.A.C., son personas que vienen a trabajar todos los días en beneficio de los animales sin estar formando parte de la comisión. Entre todos tratamos de sacar esto adelante", cuenta con alegría.
Cristina en su casa cuenta con 20 animales y de ellos se hace cargo como lo hacen en el refugio. "Es una lucha día a día porque se trabaja mucho a pulmón. Sabemos que el presupuesto da parejo para que coman lo mismo todos y que las condiciones de higiene sean buenas para no contraer enfermedades", explica.
"Es agradable para nosotros cuando se adopta un animal, nos sentimos seguros de la adopción, te quedas conforme con la persona que lo lleva porque sabes que lo va a cuidar bien. Esa es la mayor satisfacción" --Cristina Ponce de León, presidente A.P.A.C.
A diario se escuchan críticas sobre la labor que allí realizan, pero también rescata los buenos momentos: "Es agradable para nosotros cuando se adopta un animal, nos sentimos seguros de la adopción, te quedas conforme con la persona que lo lleva porque sabes que lo va a cuidar bien. Esa es la mayor satisfacción", revela.
Varias empresas colaboran en mayor o menor medida con el refugio. Algunas de ellas asumen compromiso participando activamente, como para la construcción del pabellón de caniles reforzados y el cerramiento perimetral.
Hoy, 29 de abril, se celebra el Día del Animal y Cristina asegura que "es un día más", al tiempo que llama a los animales por sus nombres: Cabeza, Polaca, Botones, Polita... "Con Norma sabemos todos los nombres, estamos esclavizadas, no podemos irnos juntas de vacaciones. Aunque el resto de las chicas vengan, les den de comer, limpien y jueguen. El tema es encerrarlos. Si a uno lo metés en el canil que no corresponde, al otro día no lo encontrás vivo. Cada uno tiene su lugar, son muy territoriales", detalla.
"El perro no se abandona solo, es consecuencia del ser humano. El animal es puro por naturaleza. Yo soy muy observadora de la conducta de cada uno. La filosofía protectora de Campana es defender la vida. Todo lo que sea para mejorar la vida del animal yo lo hago. Hay otros proteccionistas que practican el proteccionismo castrando perras a punto de parir, matándoles la cría. A mi me causa placer trabajar y tratar con los animales. Yo lo disfruto", cuenta Cristina.
Para poder comunicarse está el Facebook APAC de libre acceso o el teléfono 426756. "La institución se solventa únicamente por la cuota de 300 socios. El valor es de $35. Hay gente que por su parte dona alimentos. Hicimos fiesta a beneficio de los perros, una fiesta retro y un desfile de moda. Hay un conocimiento de la institución después de tantos años, tenemos una posición en la sociedad campanense", remarca su Presidenta.
VOCES DEL REFUGIO
Norma Ortega trabaja allí hace 17 años, cuando vio un stand en la plaza sobre A.P.A.C "Me contacté con Roth, una colaboradora que ya falleció, y no me fui más. Es parte de mi vida. Me encanta el refugio. Rescaté animales, tengo 8 en mi casa", señala.
"Son re fieles hasta el final. Hay que respetarlos, es para toda la vida", agrega.
Norma no imaginaba la amplitud del lugar, pero no pierde las esperanzas: "Uno espera siempre más. Ojalá no existiera y que la gente tenga conciencia de la castración, de la esterilización, de no al abandono y tenencia responsable. Hay mucha ignorancia. Espero que se acerquen".
Antonella Caprioli y Ana Clara Godoy son colaboradoras del refugio y comentan que el 29 de Abril es importante para concientizar y reflexionar, tanto a nivel personal como estatal. "Debería ser celebrado con una acción que los ampare y ayude, quizás preparando un plato de arroz para ese perrito callejero que siempre ves en tu cuadra, armarle una cucha, ponerle una mantita. Adoptar o transitar un animal sin techo, ir a algún refugio a dar una mano (siempre se necesita ayuda)", enfatiza Godoy.
Antonella va más allá incluso: "Siendo el siglo XXI, seguimos viendo todos los días casos de maltrato animal, desde perros despellejados, quemados vivos, cachorritos abandonados, aun teniendo el cordón umbilical y los ojitos cerrados. Casos lamentables que particularmente tuve que ver y enfrentar desde que comencé como voluntaria en APAC; me encontré con seres muertos vivos, con sus ojitos sin siquiera un soplo de esperanza. Y todo esto provocado por el supuesto hombre civilizado del siglo XXI. Desde que nací, me crié rodeada de animales; incentivada por mi mamá y mi abuela. Siempre digo "un granito de arena ayuda a formar una playa", y eso se da colaborando en el refugio, dándoles amor, ayudándolos a encontrarle una casa".
Ambas coinciden en que, al principio, les resultaba muy triste llegar al refugio. "Pero te acostumbras y ver la alegría de los perros cuando llegas, te saca todo. Aparte también criamos y damos tránsito a los lactantes que tiran (en el tacho de basura) del refugio", cuentan.
También coinciden en la opinión sobre Cristina Ponce De León: "Y hablo en nombre de todas las voluntarias: es una mujer admirable, dedica su vida al cuidado y protección de los más de 100 perros que hay en APAC. Trabaja incansablemente las 24 horas de los 365 días del año".