"Quiero que el tango se escuche más y que una parte de la juventud empiece a ver la importancia de las letras así como también me gustaría escuchar en la calle y sería mucha satisfacción que se silbe un canto" --Berra
Lo hizo en compañía del Círculo Amigos del Tango y de Campana Amanecer Literario; en una velada colmada de emociones, poesía y por sobre todo Tango.
Durante la charla se escucharon los temas más importantes que resumen la vida artística del cantante: "Marioneta", "Bajo el cono azul", "La Bendita de mi pueblo", "Los Despojos", "Lloraras, lloraras", "Aquel tapado de arminio", "Melenita de Oro", "Esclavas Blancas", "Por la Vuelta", "Bailemos", "La Reja" y "Divina".
Icónicos del tango allí presentes, se sumaron a este momento con sus voces. "Es una forma de sentir e interpretar este género de una manera especial", expresó Ofelia Díaz agradeciendo a todo el público presente.
Floreal Ruiz fue uno de los cantores más importantes de orquesta típica que tuvo el tango. Se inició allá en la década de los 40. Fue vocalista de los grupos más importantes (Aníbal Troilo, Francisco Rotundo, José Basso,) y es reconocido por los amantes del género como uno de los vocalistas que mejor interpreta el tango.
El cierre, a cargo del propio Berra, fue a través del conocido poema "Buenos Aires Conoce", título del último disco grabado por Floreal Ruiz en 1977, con música de Ruben Garello y Letra de Raúl Garello.
Floreal Ruiz revivió de la mano del poeta Raúl Berra con la presencia de amigos e integrantes del Círculo Amigos del Tango y de Campana Amanecer Literario
Raúl Berra recorrió la vida de Floreal Ruiz acompañado con representantes del Círculo Amigos del Tango y Amanecer Literario.
Floreal "Tato"Ruíz fue una de las grandes voces tangueras del cuarenta, llegando a su plenitud con la orquesta de Aníbal Troilo
Grato momento vivido por el público presente en la Biblioteca Pública Municipal Octavio Amadeo
Buenos Aires Conoce
Letra: Raúl Garello. Música: Rubén Garello
Buenos Aires conoce mi aturdida ginebra
el silbido más mío, mi gastado camino…
Buenos Aires recuerda mi ventana despierta,
mis bolsillos vacíos, mi esperanza de pie.
Buenos Aires conoce mi mujer y mi noche
mi café y mi cigarro, mi comida y mi diario,
Buenos Aires me tiene apretado a su nombre,
atrapado en sus calles, ambulando su piel.
Refugio de mis largas madrugadas
Abrigo de mi verso y de mi sino
su cielo de gorrión, su luna triste
son cosas que también viven conmigo.
Esquina de las cuadras de mi vida,
Guarida de mis sueños más absurdos.
Embarcadero gris de mi ambición de luz
secreta latitud de mi canción.
Inventor del misterio, bandoneón gigantesco.
Buenos Aires escucha mi silencio y mi lucha.
Él recuerda conmigo las monedas azules
y me presta el olvido de su ir y venir.
Sus gorriones sin techo, su cintura de río
son también algo mío, yo también los respiro
Buenos Aires es un duende, una copa de vino,
Ese amigo sin nombre que se encuentra al azar.