"Estos aparatos son detectores duales ya que no sólo detectan pérdidas de gas natural o envasado sino también la presencia en el ambiente de monóxido de carbono, lo cual sabemos que es muy peligroso" --Mariela Schvartz, jefa de Gabinete
Los trabajos están a cargo de la Dirección de Infraestructura Escolar, que ya colocó unos 300 de los 800 sensores de fuga de gas destinados a establecimientos educativos públicos de todos los niveles.
Los dispositivos – que se instalan en aulas y cocinas - cuentan con una alarma sonora y visual que se activa cuando detecta el ambiente contaminado.
Según informaron desde el Municipio, ya se colocaron en los establecimientos de San Cayetano, Otamendi, San Felipe y casco céntrico, entre otros.
"Estos aparatos son detectores duales ya que no sólo detectan pérdidas de gas natural o envasado sino también la presencia en el ambiente de monóxido de carbono, lo cual sabemos que es muy peligroso", explicó la jefa de Gabinete, Mariela Schvartz.
La Escuela 16 es uno de los establecimientos donde ya se instalaron.
Ya se instalaron en la Escuela Normal.