"Le expresé la admiración y el orgullo que siento por él como Papa, pero esencialmente como argentino" -- Dario Magallanes
"Le dije al Papa que lo quería mucho. Y él me dijo que le habían dicho que era muy buena escribiendo y que rezara por él. Y por el abrazo, me di cuenta que me quería mucho", le contó Verónica al diario La Nación.
"Le dije al Papa que lo quería mucho..." -- Verónica Burroni
En ese mismo contacto periodístico, la joven campanense explicó qué tipo de dedicatoria escribió en el ejemplar que le regaló a Francisco: "En un encuentro que hizo en Cuba con los jóvenes dijo que todos tenemos un ojo de carne y un ojo de vidrio: el ojo de carne para ver la realidad que nos rodea, y el ojo de vidrio para soñar. Entonces le dediqué el libro diciéndole que le agradecía por haberme enseñado a usar el ojo de vidrio, porque esto para mí era un sueño que estaba viviendo, así que también usaba el ojo de carne", contó.
Verónica, quien cumple mañana 14 años, nació en un parto trigemelar que le provocó parálisis cerebral con compromiso motor. Eso no le impidió publicar ya cinco libros.
"La limitación física no la frena" -- su mamá, Cecilia
"El ladrón de sombras" es el quinto de Verónica. Y el que más repercusión tuvo, obviamente, por haber sido galardonado con el premio "Elsa Morante", que se orienta a la temática juvenil con acento en cuestiones como la diversidad, la integración y las dificultades vinculadas al mundo infantil.
"La limitación física no la frena", remarcó ante La Nación su mamá, Cecilia Burroni, quien también pudo saludar al Papa y que la acompañó en este viaje a Italia.
Junto a ellas también estuvo el escritor y periodista Alver Metalli, amigo de la familia y el "maestro" de Verónica en el arte de escribir.
Dos campanenses junto a FRANCISCO
Invitado por el embajador Adolfo Saracho, Darío Magallanes también participó de la audiencia y pudo saludar al Santo Padre.
En la audiencia de ayer, el Papa saludó a dos campanenses. Porque además de Verónica Cantero Burroni, en la Plaza de San Pedro también estuvo Darío Magallanes (32 años), quien llegó hasta el lugar gracias al embajador (retirado) Adolfo Saracho. "Es un gran amigo", le contó Darío a La Auténtica Defensa.
Además, el joven reveló qué le dijo a Francisco cuando lo tuvo frente a frente: "Le expresé la admiración y el orgullo que siento por él como Papa, pero esencialmente como argentino".
"Me pidió que recemos por él", agregó quien es profesor de inglés y abogado con orientación en Derecho Internacional Público de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
"Actualmente estoy haciendo un postgrado en Seguridad Internacional, desarme y no-proliferación en la Fundación NPS Global", añadió en diálogo con La Auténtica Defensa.
En el cierre del contacto, Darío también detalló el encuentro del embajador Adolfo Saracho con Francisco: "Le pidió especialmente que ayude a cerrar la grieta en la República Argentina y el Papa lo escuchó atentamente. Luego lo bendijo con mucho amor".