“Una dieta sin azúcar agregada es absolutamente saludable, consumiendo frutas diariamente. Éstas tienen además fibras, vitaminas y minerales, mientras que, el azúcar sólo tiene lo que llamamos calorías vacías” --Schraier
“La mayoría de los alimentos tienen exceso de azúcar –dice Daniel López Rosetti–, pero el problema está en la velocidad con que la azúcar se absorbe. La fruta se absorbe lentamente en el sistema digestivo, pero una gaseosa produce un pico de caloría pura y vacía”. Para López Rosetti, una casa sin azúcar representa un ambiente saludable para la crianza de un chico. Y además perfectamente posible a nivel nutricional. En eso coincide Schraier, médico especialista en nutrición y diabetes: “Una dieta sin azúcar agregada es absolutamente saludable, consumiendo frutas diariamente. Éstas tienen además fibras, vitaminas y minerales, mientras que, el azúcar sólo tiene lo que llamamos calorías vacías”. “El mayor problema que el azúcar trae a nuestras vidas es su adicción y en general hay poca información sobre cómo superar esta adicción que no depende simplemente de nuestra voluntad”, explica Luana Hervier, coach nutricional y de buena vida.
“El azúcar puede ser reemplazado en las recetas sin caer en resultados insulsos y sin demasiado trabajo”, dice Natalia Kiako, autora de Cómo como. “Es mucho más fácil de lo que podría creerse. Se puede usar azúcar integral mascabo y otros endulzantes tanto o más sabrosos y versátiles, como pasas de uva, ciruelas disecadas, higos o bananas. También la miel de arroz (también llamada mizuame) o miel de cebada, el arrope y hasta el agave, que es otra suerte de miel o almíbar vegetal, de índice glucémico más bajo”, agrega Kiako. “Y si se cuenta con una mayor voluntad de cocinar se puede usar almíbar de dátiles, que es el resultado de remojar y procesar dátiles hasta formar una crema. Es delicioso pero claro, no muy económico”, dice Kiako.
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