La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es hija directa del cigarrillo y provoca la muerte de unas 5.000 personas por año en el país. Una cifra aislada que cuenta solo un aspecto de este grave problema de salud pública que hasta ahora carecía de datos que permitieran dimensionar su impacto a nivel local. El primer estudio epidemiológico reveló que en Argentina esta patología afecta a 2,3 millones de personas, casi el doble de lo que se creía.
“No podés plantearte el enfoque de una enfermedad hasta que no sabés cuánta gente potencialmente puede tenerla”, afirmó Andrés Echazarreta, investigador principal de EPOC.AR al hablar sobre el objetivo del estudio. ¿Qué sabemos ahora? Que en Argentina la prevalencia es del 14,7% entre los mayores de 40 años.
Es decir que unas 2,3 millones de personas (“aproximadamente el doble de lo que estimábamos”) viven con esta enfermedad progresiva que provoca dificultad para respirar y que se manifiesta con tos, sibilancia, agitación, fatiga y que, a medida que avanza, deteriora la calidad de vida. Solo el 10% presentan cuadros de severos a muy severos, lo que implica vivir con menos de la mitad de la capacidad pulmonar. El resto corresponde a pacientes con EPOC leve (60%) y moderado (28,8%).
El tratamiento de la EPOC apunta a reducir los síntomas y a retrasar la progresión de la enfermedad. De acuerdo a la severidad del cuadro, implica desde cambios de hábitos (dejar de fumar, el principal), medicación (broncodilatadores y corticoides inhalados) y, en los casos más graves, hasta oxigenoterapia y cirugías.
En la actualidad, la guía GOLD, la más importante a nivel mundial para el diagnóstico, tratamiento y prevención de la EPOC plantea el uso de corticoides inhalados en pacientes con una capacidad pulmonar inferior al 60%.
Sobre la posibilidad de que este hallazgo influya en las guías de tratamiento, Alejandro Videla Montilla, neumonólogo del Hospital Austral y asesor del Ministerio de Salud cree que “es posible porque hay pocos estudios que hayan comparado combinaciones de fármacos. Las conclusiones de este trabajo refuerzan los resultados de la literatura médica previa y tienen el potencial de producir un gran impacto en la práctica clínica diaria, en donde muchos pacientes con EPOC son tratados de forma exactamente igual que los asmáticos, recibiendo la combinación de corticoides inhalados con un broncodilatador, que sería menos eficaz y segura para impedir los empeoramientos de la enfermedad y mejorar la función pulmonar y la calidad de vida”.
Como antecedente, el estudio WISDOM –publicado en 2014 y patrocinado por Boehringer Ingelheim- había dado resultados en el mismo sentido. El ensayo, del que participaron 2500 pacientes, arrojó que es posible retirar los corticoides inhalados en el tratamiento de pacientes con EPOC grave a muy grave sin que influya en el riesgo de nuevas exacerbaciones mientras se mantenga el tratamiento con dos broncodilatadores de larga duración.
Más de 2 millones de Argentinos con Epoc