"...El arte me hace descubrir muchas cosas de mi soledad, mis alegrías, mis tristezas pero por sobre todas las cosas el estar vivo" --Guzzón
"Pinto desde los 13 años, empecé con Savora y tomate en un lienzo de una bombacha blanca grande de mi madre y a partir de ahí descubrí el color y no lo dejé más", reveló Walter. "Siempre digo que entré en las artes por circunstancias de la vida, con una madre y padre que tuvieron su dificultad de vida matrimonial, eso fue un escape. El arte me hace descubrir muchas cosas de mi soledad, mis alegrías, mis tristezas pero por sobre todas las cosas el estar vivo", agregó.
"Es hora que la juventud pueda entrar en la cultura, hacer algo para uno mismo y no estar pensando en banalidades" --Walter Guzzón
El artista comenta que hay un poco de cada color en sus cuadros y hay que saber manejarlos. "Son todos cuadros que tienen una expresión mía muy particular y que todas me dicen o transmiten algo. Todos los colores me transmiten paz, se relaciona su uso depende el lugar dónde estoy, cómo estoy y qué estoy viendo. Soy muy amante de las tierras media tostadas, los bosques, de lo verde. No mucho rojo porque no soy adicto", detalla.
Se define muy romántico y sensible. Y en referencia a las artes es un trabajador silencioso y autodidacta. Trabaja con óleo y lienzo, no usa cartón. "El óleo es el padre de todas las pinturas y no es fácil manejarlo, al lienzo lo respeto. Yo creo que hay una gran evolución en mi pintura", explica.
Luego detalla que expuso varias veces en Buenos Aires. "Tuve la suerte que me los han comprado todo. Estoy en Mercado Libre y todos los cuadros tienen visitas. Soy de la vieja vanguardia Reno Monet, Pissarro, Sisley, Corot".
Walter hace foco en la ciudad y opina: "Campana no tiene una formación cultural. Hablando con gente de Siderca me dijeron; hay 150 personas que se dedican al arte. Hemos traído al mejor pianista hubo 50 personas, hemos traído al mejor violinista, 40 personas, hemos traído al mejor poeta, 30 personas. Entonces eso me hace pensar que Campana tiene una cultura industrial y jamás los gobiernos se preocuparon para despegarse un poco de lo industrial y entrar dentro de la cultura de identificación social, que es cada uno tanto sea poeta, como pintor, o como músico".
Además remarca: "Es hora que la juventud pueda entrar en la cultura, hacer algo para uno mismo y no estar pensando en banalidades".
Guzzón comenta que tiene ganas de poner un taller. Gente del barrio Siderca donde él vive se lo ha hecho saber aunque reniega: "Yo soy muy docente con las artes plásticas. Yo si llego a abrir un taller es para tratar que aprendan y no a tomar mate. Soy un tipo muy estudioso de la persona que quiere aprender. Si me vas a venir a distraer a otro quedate en tu casa. Prefiero tener tres personas para enseñarle lo que es el claro oscuro, entrar en el color no es fácil y más en el óleo".
El artista confiesa que vino a dejar una estela: "Se corta el hilo de plata, el hombre se va a su morada eterna. Es decir: antes que se corte el hilo de plata quiero dejar cosas. A veces le digo a Dios no me lleves hasta que no termine de pintar los cuadros que me faltan".
Casado hace 45 años, tiene hijos y nietos. "La familia es un gran apoyo", dice. "Siempre pendiente de que no me falte material, si bien yo me autoabastezco solo con los materiales es todo un sacrificio. Mis nietos me dicen:" Tata no nos vamos a olvidar nunca de vos. Es en sí la preferencia mía".
"El tema de las artes plásticas es para un grupo muy selecto"
"Muchos vecinos han visto cuadros míos en casa. A mí lo que me interesa es que tomen la esencia del arte para lo personal. El arte tiene calmas espirituales, no es necesario comprar un cuadro pero si saber mirar un cuadro. Si queres entrar en las artes tenes que respetarlas. Siempre digo que si yo estoy pintando y lo que estoy haciendo me está saliendo a lo que yo quiero llegar, puede haber una mujer desnuda al lado mío y no darle importancia porque estoy adentro, metido de lo que estoy buscando yo. Eso es un segundo y después se va la mujer".
La familia presente
Walter, de 64 años, junto a sus nietos en la apertura de la muestra.
En el salón Ronald Nash estaba presente su hija Luciana, con sus hijos; los nietos de Walter. Ella contó a La Auténtica Defensa, "me encanta que pueda presentar, hace un montón de años que no lo hace. Siempre pinta, me encanta que sea autodidactica y que haya logrado las cosas que hace sin técnica eso es porque lo tiene adentro".
Cuenta momentos de su infancia yendo a la Costanera en familia en el cual Walter pintaba. Fantasea con la idea de que sus hijos sigan la herencia, "sería una bendición". Luego hace referencia al trabajo de su papá "en su casa tiene una habitación y todo un cuidado de que no se toque, hasta los cuadros que tiene colgado porque es un hijo más. Tiene muchos libros, me presta su atril y material, los cuales uso para la escuela y se los llevo a mis alumnos para que puedan ver el material de un artista".
En referencia a su trayectoria "no se vende al sistema, tuvo la suerte de vender muchos cuadros en muchos lados. A él le importa más el producto que la cantidad de plata". Luciana aprovechó y convocó a los vecinos: "vengan que lo van a ser muy feliz, es algo que le costó mucho. A veces hay artistas que son de nuestra ciudad, y no son valorados o no pueden ser mostrados porque no hay tantos espacios".
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Los cuadros la gente puede ir a mirarlos hasta el 20 de abril
"Pinto desde los 13 años, empecé con Savora y tomate en un lienzo de una bombacha blanca grande de mi madre y a partir de ahí descubrí el color y no lo dejé más", reveló Walter.
El viernes, entre familiares y amigos Walter Guzzón (64), cordobés nacido en Almafuerte, presentó su muestra de pintura en el Salón Ronald Nash, la cual estará abierta al público hasta el 20 de abril de lunes a sábados de 9 a 17 horas.