Las lentejas con carne es un plato muy importante para evitar la anemia. De hecho, se aconseja comer lentejas en diferentes preparaciones varias veces a la semana. Lentejas, carne y arroz en una comida potencia en nuestro organismo la absorción del hierro. En caso de problemas de salud: no incorporar sal, agregar hierbas aromáticas, y poner un trozo de carne de alguna pulpa sin grasa y algún hueso para agregar sabor.
La lenteja es un alimento con una alta concentración de nutrientes. Los hidratos de carbono son los más abundantes y están formados fundamentalmente por almidón. Sus proteínas vegetales, aunque en buena cantidad, son incompletas, puesto que son deficitarias en metionina (aminoácido esencial). No obstante, si se combinan las lentejas con cereales como el arroz, alimento rico en dicho aminoácido, se convierten en proteínas de alto valor biológico, equiparable a las que aportan los alimentos de origen animal. El contenido en lípidos es muy bajo. El aporte de fibra, es importante. En cuanto a vitaminas, son ricas en B1, B3 y B6, y poco ácido fólico. Abunda el zinc y el selenio, pero sobre todo en hierro. El selenio es un mineral antioxidante que protege a las células del organismo humano de la oxidación provocada por los radicales libres. Se pueden comer tanto frías como calientes y en preparados dulces también.
Guiso de lentejas
Ingredientes
- ½ kilo de lentejas
- 2 cebollas
- ½ morrón
- 2 dientes de ajo
- 1 zanahoria chica
- 1 tallo de apio
- 1 chorizo criollo o colorado
- 1 kilo de carne falda, osobuco, rabo
- 2 tomates blandos
- 1 pocillo de fideos soperos o de arroz
- Sal, aceite, pimienta, orégano, pimentón, tomillo a gusto
Preparación
Remojar media hora las lentejas en agua fría. Cortar las verduras, la carne y el chorizo en trozos chicos. Rehogar en el aceite el ajo, la cebolla y el morrón, agregar las carnes y las verduras, mezclar con cuchara de madera, cuando la carne tomó color, condimentar, poner 2 tazas de agua, tapar y dejar cocinar 20 minutos. Agregar las lentejas, y a los 15 minutos probar todos los elementos. Si están blandos agregar los fideos, controlar que no se pegue y agregar agua cuando sea necesario. Es un guiso espeso. Si sobra, para calentarlo se le agrega agua o caldo.
La Semana de Mayo
Cuántos datos y dudas aparecen en nuestra memoria sobre lo escuchado y leído: Si el 25 había paraguas, si llovía… Si las escarapelas eran celeste y blanca o de un solo color… De patriotas buenos y de los otros, lo que querían la Revolución y los apoyaban al Rey… Pero todo eso que tiñe lecturas e historias, se reclina siempre en qué se comía en esos días. La carne la comían algunos y otros las brozas, ¿el asado era con carbón y cuchillo largo? ¿Las tortas fritas y los pastelitos se cubrían de azúcar? ¿Las cocineras negras sabían hacer mazamorra? ¿Las empanadas eran a cuchillo y con azúcar? Siempre la historia y la vida de los pueblos está ligada la cocina, a los aromas del terruño y de la familia. Y la Historia de la Patria no puede ser distinta: los guisos, los potajes, las aves o las carnes rojas están siempre ligados a ella.
En la Semana de Mayo, un guiso con sabor a historia