Es un emprendimiento compartido entre Antares, pionera en el mercado local y fuerte en el desarrollo de estas bebidas, y Fluence, otra empresa de raíces marplatenses que tiene presencia en el mercado internacional con sus desarrollos para tratamientos descentralizados de agua, efluentes y reutilización.
"Nos pareció divertido y en particular una oportunidad para advertir sobre el riesgo del recurso hídrico tradicional", coinciden Leo Ferrari y Pablo Rodríguez, directivos de Antares, y Alejandro Sturniolo, director de Marketing y Ventas de Fluence Argentina. Comparten amistad, la profesión de ingeniero químico y, además, la preocupación por la escasez de agua en el planeta.
"No habrá que esperar el sabor del agua de mar sino entender que desde ese recurso de generó una cerveza distinta, con ingredientes naturales", explica Ferrari.
El paso a paso se inicia con la filtración y tratamiento de agua proveniente de mar. Mediante la mencionada ósmosis inversa se logra eliminar sales. Luego, antes de cocinar el mosto, se calienta el agua hasta 80 grados y, habitual proceso, se la hierve para pasteurizarla.
La experiencia tiene ya antecedentes en el mundo, como alguna cerveza con agua de rehúso que se fabricó en Estados Unidos. Aquí, lo de "Oceánica" es una novedad absoluta y todo un desafío tanto para los fabricantes como para los amantes de estas bebidas.
Con esta cerveza se puede recurrir al mar como fuente original para la producción de agua potable, con lo que se reduciría el esfuerzo actual que se concentra sobre las napas, consideradas por estos días en nivel de "estrés hídrico" por la escasez del recurso en todos los continentes.
Se llama Oceánica, es una cerveza rubia realizada con una receta especial, ligera y liviana.