El consumo de sal en la Argentina supera ampliamente las recomendaciones ya que se ubica entre 9,8 y 12,7 gramos por día, cuando la sugerencia de Organización Mundial de la Salud (OMS) es menos de 5,5 gramos diarios.
Otro dato esperanzador es que las nuevas generaciones se muestran más interesadas en llevar una vida saludable.
Así lo advirtió la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). Esta situación es un dilema para la salud pública, ya que cuenta entre los factores más proclives a generar hipertensión arterial (HTA). Además de los alimentos ya muy conocidos por su excesivo contenido de sodio, como los embutidos y los productos de copetín, existen otros potencialmente más peligrosos porque contienen "sal oculta".
En Argentina rige la ley nacional N° 26905, sancionada en 2013, que establece metas de reducción del consumo de cloruro de sodio con valores máximos permitidos para los productos cárnicos y derivados, farináceos y sopas. No obstante, desde el Estado hay una serie de asignaturas pendientes: “Se requiere el seguimiento adecuado del convenio de reducción voluntaria y progresiva de sodio en los alimentos procesados, fijar nuevos valores máximos y acompañar a las pymes en los procesos tecnológicos para reducir el sodio en los alimentos. Con el decreto 16/2017 se creó la Comisión Asesora para la Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio, que buscará coordinar políticas para lograr la aplicación de la ley 26.905”, completó Carlos Castellaro, médico (MN 76439) y vocal de SAHA.
Alrededor del doble de lo recomendado por la OMS. El consumo de sal se ubica entre 9,8 y 12,7 gramos por día; cuando la sugerencia es menos de 5,5 gramos diarios.